Palau de la Música Catalana




El Palau de la Música Catalana, encomendado a Domènech i Montaner, por el Orfeó Català como nueva sede social, fue construido 1905-1908. Este edificio emblemático de resonancias simbólicas, fue remodelado entre 1982 en 1989. Este cambio permitió añadir una nueva sala para conciertos de cámara, en el lugar de una iglesia.
Su estilo corresponde con el modernismo. En esta obra se puede observar la integración de las diferentes artes del movimiento: como la escultura, pintura y las artes decorativas.
Los materiales empleados son: el hierro, el vidrio, la cerámica y el ladrillo. El apoyo de la estructura se consigue mediante un entramado metálico y columnas de hierro. La estructura da soporte a una gran caja de vidrio que combina este material con otros populares como pueden ser la cerámica, los ladrillos o la alfarería artística.

Uno de los principales elementos decorativos del Palau, es la fachada que da al acceso principal, donde hay un mosaico en el centro, representando La balanguera con las montañas de Montserrat al fondo en alegoría a la Patria. Por otro lado, es importante destacar que el chaflán del edificio hay un grupo alegórico esculpido por Miquel Blay. Este representa la canción popular y se encuentra dividido en dos partes. En uno muestra figuras femeninas y de niños, en representación del hogar, en el otro se representa el mundo del trabajo mediante personajes como: el campesino, el operario y el pescador que sostiene a la musa de la Canción. Un elemento decorativo que este encuentra en el interior es el majestuoso vitral en forma de cúpula invertida de la sala principal, que actúa como gran lámpara y aporta luz natural en el edificio.


En cuanto el interior del Palacio, éste se divide en tres bloques fundamentales, por una parte tenemos los accesos, en segundo lugar el auditorio y por último el escenario.

El elemento central de la obra es la sala de audiciones, en torno a la cual giran el resto de espacios. El escenario, el patio de butacas y los palcos no presentan la separación típica en estos elementos, sino que se integran en un conjunto articulado. 
En la línea superior del escenario no se construyó ningún arco, sino que el espacio quedó diseñado por Pau Gargallo. En este espacio queda representada la música popular, la culta y al fondo del escenario unas figuras femeninas que tocan varios instrumentos. Cabe mencionar, que las lonjas de los espectadores en el proyecto original, tenían unas balaustradas que producían la sensación de que los diferentes pisos parecieran uno solo. Posteriormente, fueron sustituidas por las barandillas actuales, que rompen con la unidad buscada.




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